CHERNOBYL NO ES UN ARGUMENTO VÁLIDO CONTRA LA ENERGÍA NUCLEAR
El grave accidente del reactor número 4 de la central nuclear Vladimir Ilich Lenin, en la ciudad de Chernobyl, antigua Unión Soviética, en la actual Ucrania, el 26 de abril de 1986, se cita con frecuencia como argumento contra la energía nuclear. Explicaré las causas del accidente y analizaré su aplicabilidad en las centrales nucleares españolas. Intentaré demostrar que en nuestro país no es creíble un accidente de similares características y por tanto utilizar ese desgraciado ejemplo carece de fundamento. Un caso diferente es el accidente de Fukushima, tras el cual se realizaron unas pruebas de resistencia de las centrales nucleares y se realizó un refuerzo de la seguridad, con nuevos procedimientos, sistemas y equipos portátiles, y cuya implementación ya está totalmente finalizada.
Tecnología
La central nuclear de Chernobyl utilizaba antiguos reactores RBMK de tecnología soviética moderados por grafito y refrigerados por agua en ebullición.
Si bien el diseño era similar al de la central nuclear de Vandellós I, actualmente en fase latencia durante su desmantelamiento, el resto de centrales españolas dispone de tecnologías totalmente diferentes. Disponemos de seis reactores de agua a presión (PWR), cinco de ellos de tecnología Westinghouse (EEUU) y uno de ellos Siemens (Alemania), además de un reactor de agua en ebullición (BWR) de General Electric (EEUU).
Reactor
El reactor de Chernobyl se consideraba intrínsecamente inseguro: un aumento de la temperatura del combustible provocaba un aumento de potencia, que a su vez causaba un aumento mayor de temperatura en un proceso de retroalimentación. Este factor es determinante para comprender el accidente, puesto que se produjo lo que se llama una excursión de potencia, durante la cual el reactor trabajó en condiciones fuera de diseño.
Las reactores nucleares españoles son intrínseamente seguros por diseño: un aumento de la temperatura del combustible causa una disminución de la potencia del reactor. Dado que en cualquier máquina térmica es más difícil mantener una buena refrigeración que un calentamiento, la ausencia de refrigeración va en favor de la seguridad.
Prueba
La primera causa raíz del accidente de Chernobyl fue la realización de una prueba para averiguar si en caso de pérdida de suministro eléctrico exterior, la energía generada por el alternador sería capaz de alimentar a las bombas del refrigerante antes de que arrancaran los generadores diésel de emergencia.
Las centrales nucleares españolas no necesitan realizar este tipo de pruebas, porque el diseño de las plantas ya contempla ese escenario. En caso de pérdida de potencia exterior, las bombas del refrigerante dejan de funcionar y arrancan automáticamente los sistemas de refrigeración de emergencia. Evidentemente todos estos equipos se prueban con la frecuencia establecida en las Especificaciones Técnicas de cada central, avaladas por el regulador.
Política
La prueba fue ordenada por políticos en un país carente de controles democráticos que en esa época no disponía de un órgano regulador en materia de energía nuclear.
Las pruebas que se realizan en las centrales nucleares españolas se basan en criterios técnicos, se implementan con procedimientos establecidos, revisados periódicamente y escritos conforme a los mejores estándares internacionales, son pruebas reflejadas en las Especificaciones Técnicas y supervisadas por el Consejo de Seguridad Nuclear, que rinde cuentas directamente al Congreso de los Diputados.
Sistemas de Seguridad
El alineamiento de equipos durante la prueba de Chernobyl obligó a bloquear la parada del reactor, que se habría producido por una pérdida de potencia exterior. Para poder observar la capacidad de refrigeración se anuló la actuación de los equipos de refrigeración de emergencia.
Esta configuración está completamente prohibida en nuestras centrales. De hecho muchos de los sistemas de seguridad no disponen de controles para ser desactivados, salvo intervención directa en la electrónica. Los sistemas de seguridad que disponen de bloqueo, necesarios para una parada ordenada, disponen de una serie de permisivos tanto electrónicos como manuales y están perfectamente reflejados en los procedimientos, que deben ser firmados durante su seguimiento.
Parada del Reactor
Cuando se decidió abortar la prueba y se accionó finalmente la parada del reactor, la inserción de barras de control, según diseño, duraba 20 segundos, tardaba otros 10 segundos en ser efectiva, y durante los primeros 3 segundos mejoraba la moderación y aumentaba todavía más la potencia. Pero en realidad las barras de control no se insertaron, probablemente por la existencia de deformaciones en el núcleo debido a la sobrepotencia.
En nuestras centrales nucleares la parada automática del reactor no debe superar los 3 segundos, desde que se acciona hasta que es efectiva. Este parámetro se comprueba durante cada parada de recarga (entre 12 y 18 meses, dependiendo de la central).
Edificio de Contención
El edificio que alojaba el reactor de Chernobyl era una instalación industrial sin capacidad de contención ante accidentes, similar a los edificios de turbinas de nuestras centrales nucleares (salvo Cofrentes, con mayor protección por ser zona radiológica). La excursión de potencia produjo varias explosiones en el reactor, primero de vapor y posteriormente de hidrógeno. La cubierta del edificio saltó por los aires, facilitando la emisión de material radiactivo a la atmósfera. Cabe destacar que no se produjo una explosión nuclear, puesto que el enriquecimiento de uranio-235 es era bajo, en torno al 2%, mientras que las bombas atómicas necesitan enriquecimientos mayores del 90%.
Las centrales nucleares españolas disponen de edificios de contención con espesos muros de hormigón armado post tensado, además de un recubrimiento interior de acero inoxidable. Estos edificios se diseñaron para soportar accidentes nucleares y agresiones exteriores, disponen de venteos filtrados para evitar sobrepresiones y recombinadores tanto activos como pasivos de hidrógeno para evitar explosiones.
Barras de Control
En el transcurso de la prueba, por exigencias del controlador de la red eléctrica, detuvieron la bajada de potencia unas 9 horas, lo que produjo la generación de Xenon, algo conocido en todos los reactores, que es un potente absorbente neutrónico. Para evitar que la potencia bajara, los operadores extrajeron las barras de control más allá de lo permitido.
En nuestros reactores, las barras de control tienen unos límites de posición que se controlan mediante alarmas y procedimientos de vigilancia, estando absolutamente prohibido operar fuera de esos márgenes.
Regulador
La Unión Soviética carecía de un regulador homologado internacionalmente, por tanto ningún inspector ajeno a la central autorizó ni supervisó la realización de la prueba.
En España, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) dispone de al menos dos inspectores residentes en cada central nuclear con rango de agente de la autoridad, que vigilan el cumplimiento de todos los procedimientos, de las Especificaciones Técnicas y de los estándares internacionales. Los inspectores supervisan las pruebas de los sistemas de seguridad, especialmente las de los más importantes.
Formación
Los operadores de Chernobyl carecían de la formación adecuada para realizar la prueba, además de no cumplir con los estándares internacionales en cuanto a su preparación. Disponían de un solo simulador para 14 reactores, lo que limitaba enormemente su capacidad de entrenamiento.
Los operadores españoles somos todos ingenieros, con tres años específicos de formación para obtener la Licencia de Operador y dos más para la de Supervisor, realizan formación durante 5 semanas al año, con clases teóricas y entrenamiento en simulador, realizando 4 exámenes al año con riesgo de perder la licencia. Todos los exámenes, tanto escritos como prácticos, se deben superar con una calificación superior a 8 sobre 10. Las centrales nucleares españolas disponen de un simulador por reactor, salvo las centrales gemelas (Almaraz y Ascó), que disponen de un simulador para dos reactores.
Liquidadores
El personal de emergencia que hizo frente al accidente de Chernobyl carecía de la preparación adecuada para ese tipo de situaciones, carecían de equipos de protección individual y dosímetros para limitar la dosis recibida.
En España, todo el personal involucrado en una emergencia nuclear, incluyendo el externo como bomberos y unidades militares, dispone de formación, practica en simulacros periódicos, y tiene a su disposición equipos de protección individual homologados y dosímetros. Cualquier deficiencia detectada en los simulacros (supervisados por el CSN) inmediatamente se reporta para subsanarla en el menor tiempo posible.
Plan de Emergencia
La Unión Soviética disponía de un Plan de Emergencia desde 1964, pero al carecer de formación y de medios, no se llegó a aplicar en ningún momento durante el accidente.
España dispone de planes de emergencia tanto interiores como exteriores que se actualizan períodicamente, se realizan simulacros anuales con apoyo exterior, se dispone de sistemas de comunicación con los ayuntamientos y la Delegación del Gobierno en la provincia y con el CSN, que dispone de una sala de emergencias con personal a turno cerrado y datos directos de las centrales nucleares. Además se dispone de material para realizar profilaxis (pastillas de yodo), así como medios para organizar una eventual evacuación de la población cercana.
Régimen
Inicialmente los dirigentes de la antigua URSS intentaron ocultar el accidente tanto a la comunidad internacional como a sus propios ciudadanos. El aviso y evacuación de la población de las localidades cercanas a Chernobyl, especialmente Pripyat, se realizó tarde. Finalmente, cuando reconocieron oficialmente que se ha producido el accidente tras haber sido detectada la fuga en otros países, renunciaron a la ayuda exterior.
En España está establecida la obligatoriedad de notificar en menos de una hora cualquier situación que suponga un riesgo para la seguridad tanto de la instalación, como de las personas y del medio ambiente. Los responsables de esa notificación inicial somos las personas con Licencia de Supervisor y nuestro compromiso con la seguridad nos obliga a realizar la comunicación. Además, con los medios de comunicación actuales (teléfonos móviles, por ejemplo), sería prácticamente imposible ocultar un accidente a la opinión pública. En caso de emergencia nuclear, como es preceptivo, se activarían los planes de emergencia y se avisaría a las autoridades competentes, como ocurrió en el incidente de Ascó de 2017, sin consecuencias para la población y el medio ambiente.
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REFERENCIAS
INSAG-7. The Chernobyl Accident: https://www-pub.iaea.org/MTCD/publications/PDF/Pub913e_web.pdf (IAEA).
Chernobyl Accident 1986: http://www.world-nuclear.org/information-library/safety-and-security/safety-of-plants/chernobyl-accident.aspx (WNA).
El Accidente de Chernóbil, por César Sánchez (Operador de CN Trillo): https://t.co/3Yuu77ESYU
¿Chernobyl en España?
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— Operador (@OperadorNuclear) 23 de octubre de 2018
Excepcional, como todos los artículos de @Operador. Ójala más profesionales que se dedicaran a la divulgación como lo hace él.